Mi marido me llamó diciendo: "He demolido tu casa". Me reí porque sabía algo sobre la casa que él no sabía.

La historia comienza a continuación

undefined

Cuando mi marido llamó, su voz era temblorosa, casi suplicante. "Yo... demolí tu casa", balbuceó como si esperara que yo explotara.

Apenas pude contener la risa. Le dejé sudar un momento, imaginando el pánico en su cara, porque había un pequeño detalle del que no tenía ni idea.

¿La casa que creía haber destruido? Bueno, no era exactamente lo que él pensaba...

Procesar las noticias

undefined

Cuando colgó, me quedé callada. No sabía cómo reaccionar de inmediato, así que opté por permanecer en silencio, dejando que se preocupara un poco más.

Él esperaría que perdiera los nervios, pero ése no era mi plan. Había más en esta historia de lo que él creía y no tenía intención de contárselo todavía.

Mi paciencia le mantendría expectante.

Unir los puntos

undefined

Sentado, empecé a pensar en nuestros recientes momentos extraños. Cosas que parecían pequeños rompecabezas cobraban ahora una nueva importancia.

Me picaba la curiosidad, sobre todo por lo silenciosa que se había vuelto mi familia. Ese silencio parecía decir mucho, casi como si hubiera una historia no contada esperando a ser revelada.

Los puntos se iban uniendo poco a poco, pero aún necesitaba más respuestas.

Lo que no se dice de la casa

undefined

La casa, que todos pensaban que me pertenecía, no había sido un tema últimamente. Mientras las palabras de mi marido seguían resonando en mi mente, sentí que me ocultaba algo.

¿Había algo de la casa que yo no sabía? Sus incesantes divagaciones dejaban entrever que había algo más.

Lo único que conseguía era aumentar mi curiosidad por indagar más.

Resistir el impulso

undefined

Luché contra el impulso de exigirle explicaciones de inmediato. Se me estaba acabando la paciencia mientras hablaba de la casa como si fuera algo que nos perteneciera a los dos.

Eso debería haberme desconcertado, teniendo en cuenta que siempre creí que era sólo mía. Sin embargo, había una sutil mezcla de culpa y otra emoción en su voz.

¿Era alivio? Sólo el tiempo lo diría.